- Spleen
Charles Baudelaire
Tengo más recuerdos que un hombre milenario.
Un mueble con cajones atestados de cuentas,
de versos y de cartas, romanzas y procesos,
con rizos enrollados en todos los recibos,
guarda menos secretos que mi triste cerebro.
Es una pirámide, un inmenso sepulcro
que contiene más muertos que la fosa común.
Yo soy un cementerio que la luna aborrece,
y en donde los gusanos, como remordimientos,
se encarnizan, voraces, con más caros difuntos.
Soy un viejo boudoir lleno de rosas mustias
donde yace un montón de objetos anticuados,
donde los Boucher y los tristes pasteles
respiran el aroma de un frasco destapado.
¡Qué interminables son esas tristes jornadas!
cuando bajo la copa de los nevados años,
el tedio, que engendró la triste indiferencia,
toma las proporciones de la inmortalidad.
—¡Desde ahora, oh tú, materia viva, eres
un bloque de granito que un vago temor ciñe,
y que duerme en el fondo de un brumoso desierto;
o una antigua esfinge que el mundo desconoce,
en el mapa olvidada, y cuyo humor huraño
sólo canta del sol poniente a los fulgores.
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Z. Romero
Le dijiste que la extrañas, pero cuando la tienes como ahora, a tu lado, no sabes qué hacer con ella.
El retrato de Zoe y otras mentiras, de Salvador Elizondo
Leer a Salvador Elizondo es encontrar una serie de formas y técnicas narrativas originales en historias que nos llevan a reflexionar sobre la esencia oculta de los actos dentro de la realidad que el escritor suele retratar como contradictoria. Es, también, hallar imágenes que se proyectan inmutables.Cada cuento de El retrato de Zoe y otras mentiras despierta evocaciones (esto debido, quizá a la influencia de los surrealistas en el autor). Los pequeños instantes se hacen cíclicos y por ende, infinitos. Este libro es un abundante recuento de personas, lugares y momentos. Al leer El retrato de Zoe y gracias a la habilidad narrativa de Elizondo, uno puede asomarse a esas almas ficticias que se antojan tan verosímiles porque nos recuerdan un lugar conocido: nuestra propia alma.Cabe mencionar que a Elizondo le fascina jugar con el tiempo, es hábil en el manejo de la memoria, maestro de las reminiscencias del pasado que a veces son dulces y en ocasiones crueles. Muestra predilección por lo e…
Comentarios
Hermoso blog.
A.