Entradas

Mostrando las entradas de septiembre, 2008

Viaje de exorcismo

Mmm, de Xalapa lo único que me gustó fue el café (excelente) y la música en La Sopa (son jarocho o huapango). Claro, claro, no tuve tiempo de ir al Lencero, pero hay más tiempo que vida. Quizá regrese a ese lugar en unos veinte o treinta años.

Un poema a propósito de la falta de compromiso y los amores postmodernos

Ven a sentarte conmigo, Lidia, a la orilla del río. Sosegadamente miremos su curso y aprendamos que la vida pasa, y no tenemos las manos enlazadas. (Enlacemos las manos.) Luego pensemos, niños adultos, que la vida pasa y no queda, nada deja y nunca vuelve; va hacia un mar que está lejos, cerca ya del Hado, más lejos que los dioses. Soltémonos las manos, pues no vale la pena cansarnos. Gocemos o no gocemos, pasamos como el río. Más vale saber pasar silenciosamente y sin grandes desasosiegos. Sin amores, ni odios, ni pasiones que alzan la voz, ni envidias, dan harto movimiento a los ojos, ni cuidados, pues si los tuviese el río igual correría y siempre iría a dar al mar. Amémonos tranquilamente, pensando que podríamos, si quisieramos, cambiar besos y abrazos y caricias, pero que más vale estar sentados uno junto a otro oyendo correr el río y viéndolo. Recojamos flores, tómalas tú y póntelas en el regazo y que su perfume suavice el momento— este momento en que sosegadamente en nada creemo

Cerrar Y Abrir (letra de Los Tres)

No dejes que muera hoy el sol No dejes que salga sin tu amor Que si lo haces no podré Odiarte como ayer Hace tiempo que no canto aquí No creo que me pueda decidir A buscar tu perfume Despertarme y sentir Odiame un poco y vuelve a mi Si escondes tu tesoro es cerrar y abrir Pero tengo los días contados y tu también Háblame de lo que has visto sola Y luego escúchame, luego escuchame... Hace tiempo que no canto aquí No creo que me pueda decidir A buscar tu perfume Despertarme y sentir Ámame un poco y sal de aquí Si me entregas tu tesoro, es duelo y morir Pero ya no quedan días contados, ni tampoco a tí cállate no digas lo que has visto Y luego déjame, luego déjame Luego déjame, luego déjame Odiame un poco y vuelve a mi Si escondes tu tesoro es cerrar y abrir Pero ya no quedan días contados, ni tampoco a tí cállate no digas lo que has visto sola y luego dejame.

Padilla

Ya estoy más tranquila. Digamos que me encontraba aguantando la respiración. El sábado me escribió "mi amigo" del que me separé porque no tuvo el valor suficiente para decir que el amor se estaba acabando o que no quería pasar el resto de su vida conmigo. Después de varios días de estar evitando el tema por fin dijo que me extraña, pero que no sabe qué decirme ni tiene nada que ofrecer. Eso ya lo imaginaba, por eso hice lo que hice, pero vaya, es bueno que se atreva a abrir la boca y decirlo. Respiré y le dije que yo también creí que podíamos ser amigos, pero que es difícil, que mejor ya no me escriba y menos para cosas insignificantes cuando simultaneamente puede estar evadiendo temas importantes. Respiré. Dijo algo. Algo que en el fondo yo ya sabía, pero que tenía que corroborar.
Ya no puedo, tengo que encontrar qué hacer conmigo. Estoy cansada de estar viviendo en la irrealidad, en el limbo, la fantasía. Necesito que pase algo bueno. Necesito un giro, una buena nueva. Ya estoy cansada de pedas que no disfruto porque termino durmiendome, haciendo pancho o llorando. Ya no puedo, no sé qué hacer conmigo, me doy vergüenza. Algo bueno debe venir. Lo necesito. Necesito una certeza, una seguridad.

Foto by eldardon

Imagen
Tú en un lecho de rosas y yo ya no puedo más. La única jodida aquí soy yo.