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Mostrando las entradas de julio, 2010

Fugaz

Siempre serás la sombra breve que pasa detrás de esta ventana. El que pasea por esta historia repetida de muchos finales posibles pero siempre inconclusa, de escenarios en serie y personajes elementales: una mujer y un hombre, siempre el mismo tú, el fugaz.

Temporada de caza (nueva versión)

Ahora vas a bacanales y en manada te obnubilas con cerveza, te gustan las hembras lentas de pelaje brillante, las que se rezagan a propósito porque saben más que tú de persuasión en época de brama. Te dejas seducir en la pradera, paseas creyendo que ahora sí eres tú el que caza. Te has vuelto nómada, viajas y usas artilugios aparentando poderío. Ya no te asustas ante la cacería incoherente y hasta andas cumpliendo con tu propia porción de incongruencia.

Vinyl

No entraste, te metiste en mi vida ¿y así te sales?, dijo él, con un dejo de patetismo. Ella no abrió la boca ni para decir lo siento. Caminaron separados hacia la esquina como dos personas más entre la gente, ella cruzaría hacia el portal chico, él hacia el grande. Un auto se detuvo en el semáforo, alcanzaron a oír Vinyl, de Zoé, saliendo de las bocinas. Nunca es sabio abrir tanto la puerta , se escuchó. Después se puso la luz verde.

Es producto de su mente

El doctor la escuchó con atención, miró su grabadora que seguía encendida, luego, de golpe le dijo: -- Señora, todo lo que me contó es producto de su mente. Ella supo entonces que lo mejor de su vida, esos últimos siete meses, habían sido inventados. Sintió una opresión larga y aguda en el estómago. Una serpiente helada recorrió su espina dorsal. Pensó largo rato en dónde habría sido, quizá en Egipto donde humilló a las esclavas, o en la aldea japonesa que abandonó por no tener el valor suficiente para vengar la muerte de Hiroshi, su mejor amigo; o probablemente fue en Tlaxcala, cuando no pudo esconder a sus hijos de las manos de los evangelizadores. No lo sabía con precisión, pero estaba segura de que en alguna otra vida, en alguna otra parte, algo muy grave le había hecho a alguien. Trastabillando, salió del consultorio, dejó atrás el llamado insistente del médico. Siempre se había dicho a sí misma que la única certeza que tenía eran sus recuerdos. Ahora, en un segundo, los siete mes