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Mostrando las entradas de junio, 2014
"Las princesas de Disney no sólo deforman en las niñas la imagen de cómo debe ser una mujer, también en los niños varones, que crecen creyendo en la dulce princesa bailarina y cantarina que necesita ser rescatada".
Reina Midas: Todos son hermosos, hasta que los toco. 
El lobo sabe cuando caminas sola, Caperuza. ++++++++++++++++++++++++++++++ Mientras avanza por el camino hacia la apacible y segura casa de la abuela, Caperucita se deja comer por el lobo. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Caperucita estaba aburrida. Decidió, por esta ocasión, convertirse en manjar. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ La Caperucita-DiseñadorGráfico se cuida muy bien del logo. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Entonces Caperucita le confesó al lobo: Te quiero comer. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ El lobo resultó pianista. -Me gusta como tocas, le dijo Caperuza.   El lobo aguarda en el bosque, sabe que Caperuza no pasará por ahí sólo una vez.   El lobo jamás se indigesta. Conoce bien los antiácidos. Caperuza pasa temprano. Es el plato fuerte, nunca el postre. Si es necesario, el lobo gimotea, siempre le ha funcionado. -.-.-.-.-.-.-.-. El lobo sabe cuando estás descorazonada, Caper
Mi padre me enseñó a andar en bicicleta, a ir sola al cine y a no tenerle miedo a la muerte.
Todos los días son días de mi padre.

La gente me pregunta por qué no tiro mi celular viejo.

La gente me pregunta por qué no tiro mi celular viejo. Es cierto, es viejo y guarda algo, quizá recuerdos, más bien archivos, ecuaciones matemáticas, palabras. Y no lo tiro pues pertenece a otro momento. Estás ahí diciendo que me quieres mucho, preguntando cómo siguen mis rodillas, mandándome besos. Y está ahí mi padre, dando indicaciones, diciendo no te preocupes, guiando. Nueve días antes de ma rcharse. Es por eso que no tiro mi celular viejo, es una reliquia, es de otros tiempos, de palabras encerradas, de gente que ya no tengo.

27-12-13

Me cuidó en el hospital cuando recién me estrellé. Pasamos unos días comiendo nopal y queso mientras mi mamá y mi hermana estaban en Monterrey y además me daba la mano para atravesar las calles después del accidente pues yo tenía miedo. Y se despidió de mí, diciéndome que me quería, sin palabras, con un fuerte apretón de manos. Ahora nomas me ve desde arriba.

Palabra-espuma

No quiero decir nada, no puedo. Que cada palabra se haga espuma, papá.  Tú sabes lo que siento. Estás en todo lo que soy y en lo que no. En lo que aprendí  y en lo que no. En mis miedos. No voy a decir nada, no puedo,  papá,  las palabras se quedan cortas.