Lloro/Tzuyuki Romero
Escucho música de cuerdas y lloro. Papá deseó tocar la guitarra, cuestión de práctica, arpegios y mañanitas. Cambiar de instrumento antes que rendirse: juntos surcamos pentagramas y flauta dulce. Sigue siempre, cantaba. Hoy no quiere oír música y se niega a salir. Las lecciones siguen por dentro. No deja el sonido, la armonía. Guitarra y vida son difíciles, los dedos se lastiman, se necesita tiempo. No dejes de tocar, le digo, callada. Él practica. Desespera. Oigo Greensleeves y lloro.