Entradas

Mostrando las entradas de noviembre, 2015

Cinco meses y contando

Llevo cinco meses con un hombre que es en sí mismo un mix perfecto. Lo conocí en la escuela de escritores, fue mi maestro. Resulta que nos lo recomendaron mucho. Yo no lo había leído, pero la coordinadora del diplomado y su asistente nos hablaron muy bien de él. Periodista, escritor y maestro. Muy exigente, según nos dijeron. Yo iba a su primera clase muy entusiasmada, pero se me hacía tarde y tomé un camino diferente para abreviar tiempo. No llegué porque tuve un accidente. Y ahora, seis años después, nos volvimos a encontrar. También tuve un accidente hace un año y sigo con secuelas. Pero ahora el encuentro fue diferente. Un par de veces en que fui al DF le escribí al messenger de facebook para decirle que si nos tomabamos un café. No pudimos concretar esas salidas. Él empezó a dedicarme canciones por el facebook e iniciamos una serie de charlas vía chat. Me invitó a su cumpleaños, incluso él me ofreció que si se me hacía tarde podía quedarme en su casa, pensé en ir pero recordé qu

In memoriam

Hoy la bruma de tu cabello Que no era tuyo Albototada En movimiento Humo ensortijado Que no era tuyo Agitación Y sin embargo eras tú. Alto, travieso Eterno muchacho de pa ntalones  de pinzas, cabello esponjado, Sonrisa. Eras pero no eras tú.

Ahora que hay

Cuando te beso me quedan rescoldos  achocolatados en el labio superior, Si estoy contigo amanezco indigesta de gozo pues no sé cuándo parar de probarte. Cuando estoy contigo amanece azúcar incrustada en todo mi cuerpo, reboso de vino, caricias, chocolate, dedos. Cuando estoy contigo me pasa como al mendigo te como ahora que hay.

Producto del estío

No recuerdo en qué momento empecé a volverme incrédula, perdí las ganas, me empezaron a importar los dimes y diretes de gente que se atrevía a decir que lo que yo hacía no era lo correcto. No sé cuándo dejé que las opiniones de quienes no tenían que meterse en mi vida repercutieran en ella, no sé tampoco si todo eso que digo sólo es para justificar que empecé a vivir en una rutina de la que no me permití salir. El tipo con el que duré 4 años inició admirándome, después empezó a criticarme, creo que el veneno de un par de personas influyó en él, haciéndole creer que era muy joven para estar conmigo y creyéndose él mismo superior por querer ser escritor y tener por delante un futuro promisorio en su carrera. Quizá fue una suerte de competencia en eso en lo que nos envolvimos. Luego vinieron otras sacudidas, mi primer accidente, el cáncer de mi padre, su muerte, la aventura con el hombre de la casa hermosa y después la vorágine de conocer a un tipo que me enloqueció. De repente esos mi

Terror de amar

Resulta que muchas veces me ha tocado enamorarme de gente que no sabe amar, que piensa mucho, que no se deja llevar y que al poner muchos peros con la primer tormenta se desespera y que siempre tiene el instinto de irse, de abandonar el barco. Cuando uno se enamora de gente así se siente imposibilitado para acceder a lo que la otra persona es y los tonos de la realidad se ven grisáceos y de pronto nos encontramos sufriendo porque desearíamos que las cosas fueran como nosotros queremos. Sin embargo, en ocasiones me he preguntado si no soy yo la que no sabe amar. Y es que varias veces me he sorprendido pensando si algo está mal, si me he equivocado o lo que es peor aún, dudado si la otra persona me quiere o teniendo celos infundados. Me estreso, quiero tomar el timón, evitar las grandes olas, controlar todas las variantes: el sol, el viento, la marea y en el intento por tratar de dominar todo, olvido lo realmente importante: el gozar de la navegación. No debemos culpar al otro. Quien
Imagen
Mural, texto mío sobre Cacaxtla. Apareció en septiembre de 2015 en la Revista Creatósfera, Tlaxcala, México. http://issuu.com/guiveza/docs/tzuyuki_flores_creatosfera