Rompecabezas
Cada fin de semana te mueres un poco.
La fatiga te sorprende esperando.
Y no sabes qué esperas.
Pagas por compañía.
Y no recibes nada a cambio.
Cada fin de semana te vas un poco.
Se huye tu aliento, se secan tus ojos, te quedas quebrada
contra un poste, contra un árbol, contra alguna baya.
Pagas los daños que la compañía deja en el alma.
Pagas los daños y nadie cura tus errores.
Cada fin de semana te mueres un poco.
Trando de sacudir la común semana.
Te mueres un poco con el corazón extrellado,
con el aliento huido y la mirada infértil.
Y llegas a la senda del lunes más vacía,
más seca, más hastiada.
Pero nuevamente llega el fin de semana
y el entusiasmo, como rompecabezas
otra vez se arma.
La fatiga te sorprende esperando.
Y no sabes qué esperas.
Pagas por compañía.
Y no recibes nada a cambio.
Cada fin de semana te vas un poco.
Se huye tu aliento, se secan tus ojos, te quedas quebrada
contra un poste, contra un árbol, contra alguna baya.
Pagas los daños que la compañía deja en el alma.
Pagas los daños y nadie cura tus errores.
Cada fin de semana te mueres un poco.
Trando de sacudir la común semana.
Te mueres un poco con el corazón extrellado,
con el aliento huido y la mirada infértil.
Y llegas a la senda del lunes más vacía,
más seca, más hastiada.
Pero nuevamente llega el fin de semana
y el entusiasmo, como rompecabezas
otra vez se arma.
Comentarios
Un abrazo.
Bello poema.
Magda