A LA MANERA DE POE
Para Gimdo
Juro por mi alma que no sé cómo, quizá se deba a esta súbita fiebre,
tal vez a este enigmático opio, pero nunca en los años que tengo de vida
me había embelesado, extasiado, con estos afectos. Jamás había
disfrutado tanto a los Beatles ni caminado por el sendero mágico y
misterioso del disco del Sargento Pimienta. Jamás había disfrutado tanto
al viejo loco de Bukowski ni me había quedado anonadada con tantas y
tantas palabras. Quizá es debido a esta súbita fiebre,
a este opio que agranda las pupilas y me hace ver lo que antes no
alcanzaba a percibir. Y ahora sé que me gustan más canciones de Kiss y
no nadamás I was made for loving you. Y que Peter Criss hizo el mejor
disco solista y conozco The Elder, ese disco que algunos les pareció
raro, loco. No sabía que esa forma que ahora le llaman hipster de vestir
ya existía desde antes y la traían los Mods. No había llegado a la
conclusión, gracias a Venus y a la Grande Belleza, de que los hombres
jóvenes provocan dolores en el cerebro, pero los mayores pueden dar eso y
además una lección. Jamás había descubierto a alguien que llorara igual
que yo, quizá es el absenta rojo de este corazón desbordado, quizá la
súbita fiebre, inexplicable, tal vez este enigmático opio que fumo desde
hace seis meses. No había encontrado a mi adorable, el único, ni me
había sentido así, afiebrada. No sabía que entre millones de bicicletas
que pudieran llamar mi atención, a mí sólo pudiera importarme una,
especial, única, perfecta. Juro por mi alma que no sé cómo, pero esta
súbita fiebre, este envolvente opio me han abierto los ojos y oh, los
dioses son testigos que no dejaré de embelesarme con lo que ahora toco,
con lo que ahora pruebo, con lo que siento e inunda mi cerebro. Reina
está adorada droga en mis pensamientos.
Comentarios