Las ocho

Las ocho y todo sereno.
Aquí no hay amor,
hay gruñidos ciegos.
Las ocho, un león congelado.
Encierro enfermizo. 
La bestia alcanza
sólo a mover los ojos, desesperada.
Las ocho y todo en calma.
La bestia gruñe en silencio,
incesante.
¿Sientes cómo respira por dentro? 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Guardiana del abismo

El retrato de Zoe y otras mentiras, de Salvador Elizondo

G. V. Z.