El día de hoy estuvo desolado.
No hubo nada, excepto una llamada:
una voz conocida, una propuesta.
Café.
Y no quise ir.
La libertad y la soledad se parecen tanto
y a la vez no.
El día de hoy estuvo desolado
no apareció nadie, excepto tú.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Guardiana del abismo

El retrato de Zoe y otras mentiras, de Salvador Elizondo

G. V. Z.