Qué mejor homenaje a Salvador Elizondo que leerlo:

El hipogeo secreto
de Salvador Elizondo*

Urkreis, una organización que posee conocimientos de orden secreto respecto a la verdadera índole de la realidad, tiene como proyecto principal hacer renacer la gran civilización matemática de los seres que nos precedieron en la historia con el fin de que los hombres de la actualidad se apropien de axiomas que les permitan realizar operaciones mentales prodigiosas por ejemplo que el tiempo se detenga o que siga el curso que ellos deseen.
Dentro de los diferentes espacios en los que se desarrolla la obra, se encuentran las ruinas que son mencionadas constantemente en el libro. El espacio concreto más importante, lo constituye el hipogeo en sí. (HIPOGEO: edificio subterráneo excavado con finalidad religiosa, funeraria o de hábitat.Sepultura subterránea. Se dice de los animales que viven en el interior de la tierra, con adaptaciones especiales a las características del medio).
Y por otra parte, el interior de un pasadizo de Moebius (superficie que cuenta con un solo lado).
A su vez, Elizondo coloca otros muchos espacios dentro de su obra. Lugares que no se sabe bien a bien si son parte de un recuerdo o sitios salidos sólo de la mente del escritor. Por ejemplo, la habitación con una ventana cerca de la cual se encuentra sentada la mujer que lee un libro de pastas rojas; o bien, el propio estudio del escritor en donde se hayan sus apuntes acerca de una novela llamada El Hipogeo Secreto.
En esta obra, como en otras de Salvador Elizondo, se puede notar que para el autor era muy importante el manejo del tiempo. En El hipogeo secreto, el tiempo no es lineal, sino que avanza y retrocede (y viceversa) a placer del autor.
Dentro de la trama “principal” encontramos a El sabelotodo, X, el Otro, Mía o la Perra, E, H, el pseudo T. Sin embargo, dentro de esta historia hay otra en la que aparecen Mía y Salvador Elizondo –que bien puede ser el Otro o el Imaginado.
Salvador Elizondo buscó a lo largo de su obra, desmaterializar el mundo, desfragmentear la substancia de la realidad, crear un universo hecho de suposiciones. Aquí se observa una compatibilidad con los objetivos que persigue la organización Urkreis.
Uno de los momentos memorables de la novela es cuando en la playa, una caballo blanco pasa a galope frente a los personajes como avisándoles a que están siendo escritos o que tal vez, ellos mismos se están creando.
Hay que poner especial atención al instante en que los miembros de la organización llegan al reducto en donde muchos misterios les son aclarados y en donde se hilan acontecimientos que dan explicación a lo que no se había comprendido.
En su afán de fracturar la realidad y de hacer notar que posiblemente somos el producto de la imaginación fértil de un “escritor” que nos mueve a su antojo dentro de una trama, Salvador Elizondo nos lleva a través de caminos nada llanos, hacia preguntas fundamentales y filosóficas y le confiere a un pequeño momento la importancia de explicarnos un TODO.
Ahora bien, cuando alguien escribe, cuando crea literatura, se convierte en un pequeño dios... sin embargo, ¿quién está “escribiendo” a aquél que escribe? Para Salvador Elizondo esta idea frecuentemente lo invade y lo demuestra también en su obra “Farabeuf”.
En El Hipogeo Secreto” él se describe a sí mismo como: ... “individuo (que) vive presa de una fantasía morbosa consistente en concebirse a sí mismo y al mundo como un hecho narrado.”
Lo anterior, demuestra el incansable deseo del ser humano de ser inmortalizado, de trascender de alguna manera.
Elizondo erigió en su obra “... un universo cuya esencia es el extravío de todo lo que lo constituye. Allí viven los seres y las cosas que nunca hemos vuelto a ver; lo irrecuperable...”
Entonces, si somos una invención, unos renglones leídos y que mientras son leídos SON; entonces, la historia que ahí se nos narra es una de tantas que ocurre mientras está siendo leída. Una historia que HA SIDO REPETIDA infinidad de veces. Por tanto, si somos personajes de un escritor que nos quita y/o nos pone dentro de su obra ¿quién puede negarnos que en otro párrafo de la misma o tal vez hasta en otra, todos esos personajes que han sido removidos, vuelvan a aparecer?
Hablando específicamente del ejemplar que yo conseguí en un edificio llamado Arronte ubicado en el centro de una ciudad que conocemos como Puebla, ESTA HISTORIA HA COMENZADO Y VUELTO A SER (según pruebas fundamentadas en una papeleta) EN LAS SIGUIENTES FECHAS: 13 de octubre de 1986, 16 y 18 de octubre del mismo año, 16 de junio de 1998, 24 de marzo de 1999 , 13 de Julio de 2000, etc...

* Salvador Elizondo
Nació en la ciudad de México en el año de 1932. Escritor y cineasta influido por el simbolismo y el surrealismo; notable exquisitez formal. Obras: El retrato de Zoé, El Hipogeo Secreto (1968), Antología Personal (1974) y la deslumbrante: Farabeuf (1965).
Nunca obtuvo el premio Juan Rulfo ni le fue otorgado un doctorado “honoris causa” .
Partió el 29 de marzo de 2006.

Comentarios

Sigo sin leer a Elizondo. Tendré que ir a comprar algo de él. Mencionas que menciona que un escritor se convierte en un pequeño Dios que maneja a su antojo el mundo que va creando, y que sin duda los manejas a al antojo de tu santa voluntad; pero ¿qué es lo que te involucra a crear lo que sucede? En fin, espero leer algo de él pronto.
AOV dijo…
Elizondo es como una joya escondida, sólo para conocedores; como dices, nunca obtuvo nada, pero vale mucho más que algunos que sí lo han hecho.
Saludos
Unknown dijo…
Me declaro inculto.

Te mando un saludo.
la nada de nada dijo…
lamento la pérdida mi queridísima. te deja sus obras, que creo que fue lo que más vida le dio. traigo una sed insatisfacible por zoé (el grupo) y me acuerdo tanto de tí siempre. un abrazo y mucho cariño.

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