Cómo han pasado los años...
Increíble. Ayer fui a una boda (y conste que no era una a la que habían invitado a mis papás).
Fue extraña la sensación de asistir al ese casamiento pues la que contrajo nupcias, es la primera de mi grupo de amigas de la uni…Y no es que esa sensación sea una muestra de mi opinión respecto al matrimonio (de la cual no hablaré el día de hoy), sino que indudablemente, me doy cuenta de que empieza el desfile. ¿Quién será la próxima? Lo ignoro.
Ayer Elisa, mi amiga, decidió hacer realidad el sueño de toda su vida.
Ayer me di cuenta de cómo han crecido las muchachas. Qué bárbaras.
Felicidades, Elisa.
Que Dios reparta suerte.
Que Dios reparta suerte.
Comentarios
Atrás de los novios, me hinco y te miro. Te imagino allá, elevada entre las nubes. Y digo: Basta una palabra tuya para sanar mi alma.
todo lo tomamos pues con una madurez nauseabunda (?(
gracias por tus visitas; ya te sabes correspondida
Madurez nauseabunda... me gustó Scimmia, saludos.
Cierto Marianna, también podría explayarme y armar polémica... jajajaja. Será en otra ocasión. Gracias por venir, pensé que habías abandonado tu blog.