Escribo/Tzuyuki Romero
Lo que pasa y lo que no,
que ves y lo que no se deja.
Y el momento es, este, el momento.
No hay más, espontáneo, relumbra.
Inútiles ganas de rasparse la herida,
fijarse en lo que no hay,
preguntar sin respuesta,
¿dónde están aquellos que me hacían el día?
que ves y lo que no se deja.
Y el momento es, este, el momento.
No hay más, espontáneo, relumbra.
Inútiles ganas de rasparse la herida,
fijarse en lo que no hay,
preguntar sin respuesta,
¿dónde están aquellos que me hacían el día?
Estaban, ya no más.
¿Los dejaste ir?
Qué importa.
¿Solos huyeron?
¿Qué más da?
Este es otro momento.
¿Que te exige espera?
Puede ser.
¿Que te pide calma?¿Los dejaste ir?
Qué importa.
¿Solos huyeron?
¿Qué más da?
Este es otro momento.
¿Que te exige espera?
Puede ser.
Ni yo lo sé.
Lo que sabes, hasta yo,
es que en tu playa no hay paciencia.
Si te inquiere silencio. Dalo.
Si te pide lágrimas. Llora.
Si tienes que pelear,
hasta donde tu fuerza alcance.
No te preguntes ahora
¿dónde están los que me hacían el día?
No mientas.
Tienen otros nombres, pero están cerca.
No los nota tu ceguera.
La vida va, es mar, da tumbos, regresa.
Lo que sabes, hasta yo,
es que en tu playa no hay paciencia.
Si te inquiere silencio. Dalo.
Si te pide lágrimas. Llora.
Si tienes que pelear,
hasta donde tu fuerza alcance.
No te preguntes ahora
¿dónde están los que me hacían el día?
No mientas.
Tienen otros nombres, pero están cerca.
No los nota tu ceguera.
La vida va, es mar, da tumbos, regresa.
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