Para Paul Vivaños Mendizabal Tenía 17 años, era ñoña, la matada del grupo. Él era el incomprendido, le contestaba fuerte a los profesores, se saltaba clases, pero era también era un soñador. Espalda ancha, cintura pequeña, pantalones de pinzas que favorecían su buen trasero. Excelentes piernas, zapatos bostonianos, a veces botas mineras. Era alto, tenía el cabello rizado, labios gruesos, ojos profundos, cejas anchas. Escribía cartas, le gustaba leer. Él tiene la culpa de mi gusto por Deep Purple. Hoy que está vigente en las redes sociales hablar de la música que cambió nuestra vida viene, de nuevo, él a mi memoria. Yo que sólo oía música pop, que alucinaba con las canciones que ponía mi mamá todas las tardes: Creedence Clearwater Revival, Led Zeppelin, The Doors, Santana, porque no entendía su legado, me vi atraída por Deep Purple , por su música envolvente, ruidosa pero no en exceso, de melodías claras, que no se confundían entre...