Recuento 2010
2010 se vistió con reminiscencias, sin embargo, volví a creer y viví minificciones, personajes fuertes pero fugaces, anécdotas que se quedan. También este año le confirmaron a mi papá que tiene cáncer y empezó su tratamiento. No sé cómo afrontar esas cosas que ocurren de repente. Soy débil, me evado. Uno nunca se imagina ver al hombre más fuerte que conoces, sintiéndose mal, despertar con náuseas e irse a dormir igual. Pero él no se da por vencido, es un guerrero y como lo miro, parece que va mejor y sólo pido que se quede con nosotros más años, aunque la mitad de las cosas que hago no le parezcan, pero que se quede. Gracias a los que se interesaron, rezaron y/o preguntaron cómo sigue. A él no lo voy a soltar antes de tiempo, lo aseguro. En 2010 contemplé el oriente lejano vertido en una persona y me sentí anulada como escribió Cioran, pero es preferible experimentar esa sensación a huir. Me enteré que dos de mis grandes amigos van a ser papás, no me canso de felicitarlos por ese mila...